AMIGOS

25 diciembre, 2012

EL VERBO DE DIOS SE HIZO HOMBRE




El Verbo, la Palabra de Dios, que es Dios, Hijo de Dios, se hizo hombre para liberar al hombre de una muerte eterna. Se abajó hasta tomar nuestra pobre condición sin que disminuyera su majestad. Permaneciendo el que era y asumiendo lo que no era, unió nuestra condición de esclavos a su condición de ser igual a Dios Padre. La majestad se revistió de humildad, la fuerza de debilidad, la eternidad de mortalidad; verdadero Dios y verdadero Hombre, en la unidad de un solo Señor, el unico mediador entre Dios y los hombres.
San León Magno
 
 
A los que, de una manera u otra, pasáis por este Noray de mis recuerdos, os encomiendo al Niño Dios,  unico mediador entre Dios y los hombres, para que os conceda una muy feliz Navidad, prolongada a lo largo de toda vuestra vida.
 
Con todo mi cariño.
Militos

13 diciembre, 2012

MI VIRGEN DE LORETO




 
Imagen de la auténtica Virgen de Loreto que se encuentra en la Casa de Nazaret, en la ciudad de Loreto (Italia)


Aunque la Virgen de Loreto fue el 10 de diciembre, quiero dedicarle un recuerdo para agradecerla los diez años que viví bajo su amparo. Aprovecho también para dar las gracias a las Esclavas del Divino Corazón que tanto hicieron, y siguen haciendo, por la enseñanza y formación integral de miles de niñas en Madrid y otros muchos lugares de España, aunque me da mucha pena que  ya no vistan de hábito ni vivan en comunidad.

Fotografía de una excursión, cuando las monjas eran recatadas y se tapaban la cara para no salir en la foto. Ella era Madre Angélica



Son muchas las advocaciones de la Virgen que han pasado por mi vida, empezando por La Milagrosa con cuyo nombre me bautizaron por haber nacído ese día y por librarnos de un Madrid, donde se dieron los mayores peligros de la Guerra Civil. Cuando terminó, mi madre, llevó durante un año el hábito, blanco y azul de esta advocación de María, como promesa por haberme salvado de una Difteria, enfermedad mortal por aquellos años.


Más tarde, cuando empecé el colegio, fue Nuestra Señora de Loreto, cuya celebración tuvo lugar  el 10 de diciembre, la imagen que se introdujo en mi vida de niña y de mujer, ya que mi devoción ha permanecido hasta hoy de una manera muy especial e inalterable.


Breve historia del Colegio

El colegio se llamaba y se llama, Real Colegio de Nuestra Señora de Loreto. Su origen es antiquísimo, aunque fue inaugurado en otra ubicación, en la calle de Antón Martín, lo que eran las afueras de Madrid.





El edificio se construyó por encargo de Felipe II para niñas huérfanas. La imagen de la Virgen fue traída desde Roma a petición del Monarca y es una escultura de Giovanni Battista Montano (1531- 1621)




En el pie se lee el nombre del escultor y el año:




Durante la Guerra fue ocultada en un piso de Madrid y más tarde trasladada a un nuevo colegio en la calle Velazquez, hasta que en 1939 el colegio pasó a la dirección de las Esclavas del Divino Corazón. Estas religiosas reclamaron el regreso de la escultura, pero las Hermanas de la Asunción que se consideraban salvadoras de la misma no quisieron entregarla hasta el año 1942 o 43. Al enterarme ahora, por la página "Arte en Madrid" de estos hechos, doy gracias a mi Virgen de Loreto por haberse instalado en el alto camerín de la Iglesia, poco antes de mi llegada al colegio desde donde ha recogido todas mis súplicas, durante mis diez años de colegiala y muchos más de Antigua Alumna.


En 1882 se derribó el edificio del primitivo colegio y la Iglesia Barroca. A principios del siglo XX se traslada a la calle O'Donnell, en una zona por entonces semidespoblada. El nuevo colegio daba a tres calles: O'Donnell, Paseo de Ronda (Hoy Doctor Esquerdo) y Duque de Sexto. Fue obra del Arquitecto Mayor del Reino, José Segundo de Lema. Esta Institución, pasó de ser una obra de Beneficencia a Colegio Religioso donde siempre se conservaron 20 plazas para alumnas gratuitas. Junto al colegio, en la esquina con el Paseo de Ronda, se construyó un pequeño edificio destinado a las viviendas de los capellanes, siempre hubo dos, (en mis tiempos, uno fue Monseñor Cantero Cuadrado, más tarde Obispo, natural de Barbastro y gran amigo de San Josemaría) portera y algunas personas más.
Siendo ya de Antigua Alumna se derribaron estas viviendas y el solar ´fue ocupado por un bloque blanco que a mi juicio desluce por completo del edificio de ladrillo rojo original.



Este edificio rompe además la unidad que formaba con la Iglesia en la calle Duque de Sexto que aún se mantiene, pero cuya entrada permanece cerrada, sólo se accede a ella por el interior del colegio.



 

Altar Mayor, reformado, desde que la Misa comenzó a celebrarse de cara al público


 

Capillas laterales, donde se encuentra la Inmaculada, otra de las advocaciones de la Virgen que más ha influído en mi vida



 
Han sido reformadas y, es mi opinión, no me gusta la luz roja que ahora las ilumina.


Esta es la estampa que yo conservo de aquellos años, en blanco y negro porque el color no había llegado a nuestras cámaras fotográficas. En la actualidad se la ha despojado de los rayos, a sus pies la Casa de Loreto que da nombre a su imagen



 
Deteriorada por los años y las manitas inocentes de mis hijos, pero que sigue presidiendo mi mesilla de noche y acogiendo muchas de mis peticiones..


La festividad de la Virgen de Loreto se celebró el 10 de diciembre, como ya se conoce es la Patrona de los Aviadores por dedicarse esta advocación a la Casa de Loreto, donde tradicionalmente vivió María en Nazaret, cuando aparecíó el Arcángel Gabriel y el Verbo de Dios fue encarnado en Ella, también se cree que fue la misma que habitó con Jesús y José.




De la Casa sagrada se cuenta que fue trasladada en volandas por los Ángeles a la Villa de Loreto, de ahí su nombre, en Roma, para preservarla de la invasión de los Mamelucos en el siglo II. En torno a ella se edificó una Basílica que a lo largo de los siglos sigue siendo lugar de fervoroso peregrinaje.






Como se comprenderá me pasaría horas hablando de estos hechos, pero no quiero cansar demasiado ni dispongo de tanto tiempo como quisiera. De momento dejo este post para quien pueda interesarse por esta amalgama de recuerdos y hechos históricos muy abreviados.

Mi agradecimiento a la citada página //ARTE en Madrid/ (ENLACE) por sus imágenes y datos de los que me he servido para ilustrar esta entrada dedicada, con retraso, a mi Virgen de Loreto.


26 octubre, 2012

NUESTRO PRIMER HOGAR









Guardo un gran cariño a estas fotografías de finales  de Agosto de 1960, pocos días después del Viaje de Novios. La primera de ellas está destrozadita,  pero es la original;  un familiar intentó reconstruirla,  pero me gusta más la auténtica, por eso la dejo en este Noray de mis recuerdos.

Ésta y algunas más fueron las primeras que se hicieron en nuestro hogar de recién casados, hogar que he de reconocer para mí fue algo frustante. La ciudad era ,por entonces pueblo de Cádiz bastante remoto, San Fernando, sobre todo para una chica de Madrid. Y no es que yo fuera muy exigente, simplemente me sorprendió aquel estilo de vida. Ahora, pasados tantos años reconozco que me porté muy mal con mi recién estrenado marido. Y digo esto por la reacción que tuve cuando del viaje de novios aterrizamos frente a la vivienda, situada  al final de la calle Real, en la zona que se llamaba  polígono de la Ardila. Julio que llevaba un año destinado en el Tercio Sur, hoy Tercio de Armada, tuvo que buscar la casa por su cuenta y riesgo y al describírmela lo hizo con tal entusiasmo que pensé era una de esas casas bonitas de Andalucía, con su patio de mosaico y plantas por doquier, por eso el desengaño fue mayor.
 
La verdad es que llegábamos cansados de un viaje en tren, trenes de aquella época en tercera clase con asientos de madera y transbordo a otro tren no recuerdo donde, pues nos gastamos todo el dinero en Palma. Desembarcamos  en Alicante  del  "Ernesto Anaxtasio", de la Compañía Transmediterránea que nos devolvía de Palma de Mallorca, del que he tenido la suerte de encontrar hoy una fotografía antigua en Google:



 
Mi Infante de Marina que por entonces era un romántico de película, pretendía  que cruzara el umbral de la casa en sus brazos, a lo que me negué  de manera rotunda: "¿Pero tú crees que voy a entrar aquí en tus brazos?"
 Imagino que su desilusión fue mayor que la mía ante la vivienda, sobre todo porque  ya habíamos tenido algun que otro encontronazo en la Luna de Miel, ya que a pesar de los cinco años de noviazgo no nos conocíamos lo suficiente, sólo nos tratábamos en sus vacaciones de la Escuela Naval y a través de cartas casi diarias en las que todo se idealiza. Sin embargo, él supo reacionar amablemente ante mi enfurruñamiento.
 
La casa era bastante grande, pero destartalada, ya que pertenecía a otra gran vivienda, esa sí señorial, de la que se había separado mediante un muro. No había agua corriente, se extraía de un grifo instalado en el pasillo con el que tuve que bregar a diario, pues como no tenía paciencia para esperar a que el cubo se llenase mientras iba haciendo alguna otra cosa, así que raro era el día en que no se desbordaba a lo largo de todo el corredor, causando mis berrinches. Cuando Julio regresaba del Cuartel lo que le esperaba no era una amante y dulce mujercita, sino la faceta más cascarrabias de Militos. Aquello parecía un mal presagio para un matrimonio recién iniciado, pero creo que fue todo lo contrario porque superar aquellas dificultades nos fue forjando para el duro futuro que nos aguardaba.
 
Siguiendo con el nuevo hogar, he de decir a su favor que tenía una gran luz natural en todas las habitaciones, sin embargo, la eléctrica nos llegaba de unos cables que habían alargado de la parte principal de la vivienda, ocupada por  los dueños que si no recuerdo mal, eran parientes de un compañero de Julio también recién casado y vecino de dos o tres portales más allá del nuestro. Aquellos cables, no en muy buen estado, se fundían cada dos por tres, con el agravante de que yo cocinaba en una cocina eléctrica que al menor descuido incendiaba toda la instalación, entre vuelta y vuelta de tortilla de patatas que más de una vez terminaba en el suelo, con el susto correspondiente. Aún así, nunca fue a mayores, pienso que la abundancia de mis lágrimas sofocaba el fuego de inmediato. Pese a todo me sentí reparada cuando me enteré que precisamente la zona donde habíamos instalado el artefacto incendiario era uno de los cables de la casa de los dueños, con lo que el voltaje consumido no lo abonábamos nosotros, sino ellos, sin  consentimiento previo, hasta que se apercibieron de aquel detalle.
Mis andanzas culinarias merecerían capítulo aparte, pero no quiero entretenerme en ellas, basta con decir que cuando me casé no sabía ni freir un huevo,  aunque tenía el convencimiento de que con lo visto a mi madre, excelente cocinera,  y a la chica para todo que teníamos en casa, ya no iba a tener problema. Con lo mucho que yo me había fijado en lo que ellas hacían ¿A qué podía deberse que el contenido de las croquetas se me vaciara en la sartén, las albondigas se deshicieran en el aceite de freirlas, la salsa rubia se me cortase a la segunda vuelta de cuchara? No una vez, sino todas...
 
Cuando ya mi paciencia llegó al límite, un mes más o menos, convencí a Julio para que buscásemos otra casa, de la que hablaré otro día porque sí, mejor era, pero con otra clase de impedimentos. Eso sí, no tuvimos una casa como Dios manda hasta el nacimiento de nuestro quinto hijo, Daniel; en un bloque construído por la Marina para Oficiales, en la calle Cecilio Pujazón, ignoro si aún siguen en pie.

Las fotografías se tomaron en la terraza de la casa, compartida con los dueños. a la que había que subir por un patio trasero, por unos escalones altísimos. En ella tendía la ropa para que se blanqueara al sol gaditano, algo que he de reconocer tenía un poder muy superior a la lejía o cualquiera de los blanqueadores actuales.

Pequeña muestra de mi arte colgando las camisas del Marino

 Lo del pañuelo en la cabeza se debía al tremendo Levante que en aquella azotea soplaba como en las esquinas de la propia Tarifa.

Mi madre y mis dos hermanas vinieron a pasar unos días de playa, un poco antes del mes de septiembre. Recién casada, yo que nunca me había separado de la familia las echaba mucho de menos, con mis hermanas siempre tuve una relación muy compenetrada y protectora, de hermana mayor. Y como mi madre no tenía nada de la clásica suegra, Julio acepto de buen grado que las invitase.

Con mi madre




Mi hermana Ana, por entonces Ana Mary, protestando porque no quería retratarse
 
 
 
Y
 
con Mary Carmen, hoy Carmina
 
 
 
A pesar de estos y otros inconvenientes domésticos, unidos a mi poca preparación para las labores del hogar, salimos adelante, gracias a la paciencia de Julio y al amor que nos teníamos.
 
 
 
 
Después vendrían los hijos, la primera, Begoña, a los catorce meses de casados, 


Pero eso ya es otra historia que iré contando si la vida me da tiempo para ello.

23 mayo, 2012

DE LUTO

 Estas dos fotos me las hizo Julio en el Retiro en sus primeras vacaciones de la Escuela Naval. Eran las fechas de la Navidad de 1955. Acababa de morir mi abuela, madre de mi padre, a la que todos llamábamos Mamáuna, creo que este sobrenombre, el suyo era Elisa, se lo debió de inventar mi hermano Goyo porque fue su primer nieto.
Lo que recuerdo de ella es que era muy alta, caminaba derecha y su pelo complétamente blanco. En sus silencios guardaba su vida sacrificada de esposa de militar que había tenido su hogar en varios lugares de España, desde Melilla hasta Mahón, donde falleció mi abuelo como Teniente Coronel de Ingeniero Militar en la fortaleza de la Mola.
Guardaba también en su corazón todo el dolor por la muerte de dos de sus hijos en la Guerra Civil española de 1936, Jose Luis y Juan José en la batalla del Ebro y en el Cuartel de la Montaña; como recuerdo de éste ponderaba en su interior la frase última, antes de morir en el hospital al que fue llevado:
 "Decid a mi madre que yo no me he rendido."
Como así fue, ya que tras la rendición de Fanjul, mi tío tomo una metralleta y dispsró por su cuenta contra los asaltantes al Cuartel.
Mi abuela no hablaba mucho, sonreía y te besaba, pero mi recuerdo más intenso es el  de sus silencios.

Esa tarde de fotos, Julio y yo tuvimos una riña porque él quería ir al cine y yo le dije que no, que estaba de luto por mi abuela. De lo que no me acuerdo ahora es de si cedí o no a su deseo, aunque por lo cabezona que era me temo que no lo consiguió.

lunes, 23 de enero de 2012

MI FOTO PREFERIDA



Nuestra Señora de Loreto, la Virgen del Colegio que presidíó mis rezos, peticiones y cuitas desde el año 1945 hasta 1955, bueno y muchas veces más, pero ya de antigua alumna.
 Se encontraba en un altísimo Camerin por encima del Altar de la Capilla. Detrás de Ella, una puerta pequeña daba a la galería de nuestras clases, en el segundo piso del colegio y algunas solíamos mirarla por el ojo de la cerradura. Sólo una vez pude entrar a su camerín; era el mes de mayo de 1952. Si estudiabas mucho ese mes y te portabas mejor que nadie el premio era, una niña por clase,  colocar a los pies de María la Corona de flores que se la ofrecía todos los 31 de mayo.
Acabábamos, algunas alumnas, de regresar del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado ese año en Barcelona, donde se estrenó el himno a la Eucaristía con letra de José María Pemán y música de Miguel Aramburu:
 "CRISTO EN TODAS LAS ALMAS Y EN EL MUNDO LA PAZ"
He de reconocer que con tanta ayuda espiritual, me fue más fácil estudiar de verdad para conseguir entrar en la Coronación de la Virgen
Después de esa fecha no volví a lograrlo.

05 mayo, 2012

DE GUARDIAMARINA







ASÍ ERA JULIO EN SUS PRIMERAS VACACIONES DE LA ESCUELA NAVAL MILITAR.


Vacaciones que se vieron acortadas en cuatro o cinco días, por saltarse el reglamento que por entonces les obligaba a vestir  siempre de uniforme mientras fueran alumnos de la Escuela.

 Se le ocurrió la feliz idea de aparecer de paisano una tarde que íbamos a merendar en una cafetería de la calle Narvaez. Yo frecuentaba mucho esta cafetería, llamada Albany, porque se encontraba muy cerca de la Academia de mi padre y sus alumnos  solíamos reunirnos en ella antes o después de las clases; Era propiedad del gran portero internacional del Real Madrid, Juanito Alonso; años más tarde fue transformada en un prosaico  banco, con gran dolor de mi corazón que guardaba unos recuerdos muy sentimentales de ese lugar.
Lo cierto es que aquella tarde tuvimos mala suerte porque casi nada más sentarnos en el piso de arriba, apareció uno de sus profesores con su novia y le arrestó "ipso facto", por lo que tuvo que regresar al día siguiente a Marín (Pontevedra) donde se encuentra la Escuela Naval Militar.


En recuerdo y como revancha de tan nefasta tarde, me llevé un servilletero de la cafetería que aún conservo como testigo:



12 abril, 2012

MIS RAICES



Estas son mis raices maternas

El abuelo se llamaba Lorenzo y la abuela Luisa. No llegué a conocerlos porque fallecieron antes de que yo naciera. Nacieron y vivieron en Torrelavega igual que mis padres. Tuvieron ocho hijas, pero sólo sobrevieron las cinco que aparecen en la fotografía. Cuando nació la octava de sus hijas, mi madre, el médico le dijo a mi abuelo: "Lo siento mucho es otra niña." La respuesta exacta de Lorenzo no la sé, pero mi madre contaba que, con quejas destempladas, le dijo algo así como: "Sepa usted, doctor, que me siento muy dichoso con todas y para mí es como si fuera la primera".









El nombre de la mayor era Sebastiana, Tiana para todos; la segunda Dionisia, Nisia en familia; la terceraLuisa, Catalina, Katy, la cuarta. Pero de mis tías fue a Luisa a la que más quise y más traté. También mi madre sentía veneración por ella, hasta el punto de que cuando falleció a los cincuenta y seis años por el corazón que siempre lo tuvo delicado, cuando le dieron la noticia, se encerró en el cuarto de baño a llorar y gritar sin parar, con una gran preocupación por parte de mi padre y tremendo susto por parte de nosotros, sus hijos. Yo, la segunda de los seis, tendría algo más de quince años, por lo que deduzco que la pequeña, Ana, andaría por los cinco. Guardo de aquellos momentos un doloroso recuerdo.


Detrás de Katy, nació mi madre, Purificación, Purita.










El hecho de llevar unos nombres algo raros me hace pensar que siguieron la costumbre de bautizarlas con el santo del día de su nacimiento, a excepción de Luisa que se llamaba igual que mi abuela.






Mi madre contaba lo estricta que fue la abuela en su educación. Costumbre era que sólo cursaran estudios los hombres de las familias, mientras las hijas se preparaban para ser excelentes amas de casa, por ese motivo, fuera la que fuera su posición social aprendían junto al servicio todas las labores del hogar. En casa de mi abuela contaban con cocinera y doncella, pero lo que más atormentaba a mi madre era la inspección que la suya hacía de sus habitaciones, especialmente si la cama estaba perfecta, para ello solía pasar un bastón por toda la superficie comprobando la ausencia de arrugas en la colcha. Recibían, por supuesto una preparación de Cultura General, jamás encontré la más mínima falta de ortografía en nada de lo que ella escribía, y música; mi madre tocaba el piano, pero nunca nos lo pudo demostrar, puesto que en la Guerra Civil del 36, recien casados, perdieron todos sus bienes y al llegar la posguerra no hubo manera de que un piano entrara en nuestra casa, no sólo por lo pequeña que era, sino también por la escasez de medios. Mi padre, Goyo, del que ya he hablado con abundancia en este blog, era funcionario por oposición de la Diputación Provincial de Madrid, pero nuestro nivel de vida no se elevó hasta que inauguró, en nuestra antigua casa de Jorge Juan,   la Academia donde daba clases particulares a los Universitarios que no aprobaban por sus propios medios. Recuerdo que un amigo le comentó que con los ingresos de las clases debía tener una gran cuenta en el Banco y mi padre contestó que la cuenta la tenía en la crianza y estudios de sus seis hijos, de lo que se sentía muy orgulloso.

Mapa y Vista de Torrelavega









Torrelavega actual





La familia Sánchez era muy conocida en Torrelavega, pues el abuelo tenía una grandes almacenes de harina, cereales y un comercio de Ultramarinos situados  en una enorme extensión de terrenos que les fueron expropiados años más tarde, para levantar en ellos la Sniace S.A., fábrica de Celulosa.


 
Hoy quise buscar en Google información sobre Torrelavega y de casualidad encontré el nombre de mi abuelo Lorenzo Sánchez Alonso; aparecía como personalidad destacada porque, con otros dos comerciantes, fueron los impulsores de la Cámara de Comercio en su localidad. Contaron con muchas dificultades, a causa de la Cámara de Santander que no permitía la competencia, hasta que el propio Alcalde, Florencio Ceruti Castañeda tomó la iniciativa y marchó a Madrid para resolverlo directamente con el Gobierno.

CÁMARA DE COMERCIO







Florencio, fue un personaje muy relevante en Torrelavega,





 Desempeño la alcaldía en tres mandatos distintos, recibiendo el título de Marques de Peraleda. Consiguió para su pueblo la traída de aguas que junto con el ferrocarril que  unía la población con Castilla y Asturias, dió un gran impulso industrial y cultural a la zona. El Marqués de Peraleda fue también escritor dramático y poeta.
Tengo un vago recuerdo suyo, de los veranos que pasábamos en Santander con mis tíos; Florencio era cuñado de Tiana y muchas cosas nos narraron de él cuando en los veraneos acudíamos algunas tardes al Castillo de Suances, propiedad de su familia que heredó el marido de mi tía, donde jugábamos de niños, inventándonos infinidad de historias.






El Castillo remozado, más bien desfigurado

 
Construído por Florencio, Marqués de Peraleda, en el siglo XIX, en la actualidad, horriblemente remozado, en realidad casi derruído, con sus piedras se levantó la nueva edificación que ha pasado a convertirse en hotel muy frecuentado por veraneantes y turistas ya que se encuentra en un enclave maravilloso, en el acantilado de la llamada playa de "Los Locos,"


La playa de Los Locos, famosa por su oleaje y porque en ella, en tiempos, a los perturbados solían calmarles mediante los baños en aquellas aguas frías y bravas. He de decir que jamás consentí en disfrutar con mis hermanos de aquel mar que me producía pánico, el ruído de las olas al chocar contra el acantilado era ensordecedor. Lo que sí nos divertía a todos era despegar caracoles de las rocas que mis primas cocían en un pequeño fuego en la misma playa; siempre rehusé probarlos, nunca tuve ese gusto.







En otra de las playas de Suances, con mi hermano Goyo, mi prima Lolita, en primera línea.
En segunda línea, la belleza de mi madre, su hermana Tiana y Arturo, marido de Lolita.
En la tercera mi hermano José Luís, yo y el hijo de Lolita
Estos eran los familiares que en verano vivían en el Castillo



Entre las anécdotas que mis padres nos contaban de Santander, recuerdo que siempre mencionaban la rivalidad existente entre los de la capital y el pueblo que era Torrelavega: rivalidad que pienso sigue existiendo en la actualidad. Precisamente en un viaje en tren, que hicieron, si mal no recuerdo para presenciar un partido de futbol, la aficción portaba una pancarta en la que se leía: "La ciudad de Torrelavega saluda al pueblo de Santander".

Aquello fue muy sonado y no sé cómo terminaría la provocación, pero la frase ha quedado para la posteridad, como ejemplo del caracter de los Torrelaveguenses, también conocidos como portugueses por su autosuficiencia y deseos de diferenciación.


Guardo un recorte del Diario Montañes, Torrelavega llegó a tener diez diarios y un círculo cultural muy apreciado, al que pertenecieron algunos escritores montañeses, entre ellos Florencio Ceruti. En dicho diario se rememoraba con añoranza aquellos tiempos de convivencia y comunicación vecinal que hoy se han perdido en aras de la industralización y desarrollo. Entre las añoranzas, se hacía referencia a la presencia de las bellezas de las  cinco Sánchez por el Paseo y la Plaza.

Hoy todos los protagonistas de la fotografía que encabeza este post han fallecido por lo que mis primos, mis hermanos y yo hemos pasado, como dice mi hermana Carmina, a la primera fila de la última batalla que sólo Dios, en el que confío ciegamente, sabe como y cuando se desarrollará para cada uno de nosotros.

Las protagonistas de esta fotografía tampoco están ya entre nosotros:
En los dos extremos:
Mi tía Nisia y su hija Luisina, al lado de Nisia mi madre, Puri, y una amiga.


De aquellas raices, estos brotes


 
Y ESTOS




Y ESTOS DOS BROTITOS, LOS ÚLTIMOS POR AHORA, DE MIS DIECINUEVE NIETOS



Gonzalete  y  Paula




29 marzo, 2012

LA CASUCA









GUARDO UN GRAN CARIÑO a esta foto, A PESAR DE LO VIEJITA QUE ESTÁ. ERA UN ESTUCHE DE CERILLAS QUE NOS HICIERON EN "LA CASUCA."




Este es el revés de la foto, con la entrada al recinto. La pista de baile estaba al aire libre. Era una sala de fiestas, aún no se llamaban discotecas, muy frecuentada por los jóvenes, al menos por las tardes que es cuando  yo iba, dos veces con Julio y otras dos con compañeros de la Facultad. A veces se bailaba con discos y otras con orquesta, lo que se escuchaba con más frecuencia eran los boleros de Lucho Gatica, como El Reloj, La Barca...la Novia...

Creo que el acontecimiento de las cerillas debió de ser el verano del ingreso de Julio en la Escuela Naval Militar, año 1955 o tal vez más tarde, al regresar del embarque en el Juan Sebastián Elcano en Agosto de 1958, más bien me inclino por esta última fecha ya que al principio del noviazgo no bailábamos,  yo cumplía a rajatabla las Normas de Congregante Mariana, además seguro que la corbata la trajo de aquellas tierras Hispanas. Lo que si memorizo es que no me gustaba nada esa corbata que hoy recuerda a las que solía vestir Carrascal en la televisión para dar las noticias de la noche, mira por donde, mi novio fue un adelantado corbateril, jajaja...

la Casuca se encontraba en la llamada Ciudad Lineal a la que por entonces sólo se podía acceder en un tranvía como éste, que hacía el recorrido desde Ventas:




Y sus calles tenían este aspecto:





Por aquellos lugares existían otras salas de fiesta, pero de mayor emvergadura, con atracciones musicales y supongo que de precios más altos,
como la de Villa Rosa

No pretendo, ni mucho menos, relatar la historia de esta parte de Madrid, sólo dar algunas pinceladas sobre ella porque siempre tuvo algo especial para mí.

La Ciudad Lineal de Madrid fue el sueño de Arturo Soria, arquitecto y urbanista que diseñó este lugar con la idea de que convivieran en él burgueses y obreros, para lo cual trazó chalets de distintas categorías.
Para la realización de este proyecto fundó en 1894 la C.M.U., Compañía Madrileña de Urbanización.
Diseño inicial




Sería un barrio de viviendas unifamiliares que se levantarían a un lado y otro de la calle central, a la que más adelante se le dió el nombre de su promotor, Arturo Soria




Modelo de chalet lujoso







Modelo de chalet de clase media









Modelo de las casas de obreros






La vivienda de la familia Soria fue la siguiente:






Este municipio madrileño, considerado como ciudad sanatorio sufrío grandes cambios durante la Guerra Civil, ya que casi la totalidad de los edificios, en particular los más lujosos, fue utilizada por el ejército republicano, incluídas las iglesias que quedaron destrozadas.



Cuando yo conocí la Ciudad Lineal, años 50, era normal que algunas familias, entre ellas compañeras de colegio, tuvieran allí sus viviendas de veraneo.
Uno de los personajes con finca en estos parajes, en su inicio envidiables, fue Miguel Fleta, para mí fascinante por lo que de él contaba mi padre, siempre su tenor favorito, inigualable...

Como anécdota refería mi progenitor cómo en una de sus actuaciones con la ópera, creo, Tosca o Lucía Lamemmour, tuvo la mala suerte de dejar escapar un gallo por lo que fue muy abucheado, pero a continuación repitió la romanza y nunca, nunca, se escucho en el Teatro Real una ovación más fuerte y duradera que la que los asistentes le dedicaron.

Esta fue LA vivienda  de Miguel Fleta en la Ciudad Lineal, hoy derruída:







Cuando en el año 1975, Julio, mis hijos y yo, volvimos a Madrid de San Fernando, después de quince años de matrimonio, residimos al final de la calle de Arturo Soria, viviendas que pertenecían al Ministerio de Marina, prolongación de la Ciudad Lineal. Mi padre nos visitaba con mucha frecuencia, entre otras cosas, para dar clase de Matemáticas a mis hijos, y al pasear con él por aquella zona llena de árboles y escasa de automóviles, siempre decía, deshaciéndose en elogios:
" Por aquí tenia su chalet el gran tenor Miguel Fleta"...






Fleta murió joven, a los 41 años, en 1938, pero pudo interpretar toda clase de óperas, Aida, Carmen, Rigolleto, Tosca, Lohengrin en los grandes teatros del mundo, como la Scala de Milán o el de la Opera Hause de Nueva York, pasando por Sudamérica, hasta Praga y Tokio. En españa interpretó óperas en el Liceo de Barcelona y el Teatro Real de Madrid, así como algunas zarzuelas selectas: Marina, Dª Francisquita, , La Dolores, Luisa Fernanda...

Se da la coincidencia que el último concierto de otro de nuestros grandes tenores Alfredo Kraus,  tuvo lugar en Zaragoza, 6/10/1998/, fue un homenaje a Miguel Fleta:




Aunque en esto nunca coincidí con mi padre, Kraus era y es  para mí el MEJOR


¡¡Nunca lo olvidaré!!




Como nunca podré olvidar aquella casa en la que la Marina nos instaló al regrasar de San Fernando. En principio, con nueve hijos vivíamos en una sola casa de tres habitaciones y un salón/ comedor; todo muy luminoso y espacioso, pero hubo que hacer auténticas virguerías para encajar a los nueve, ya que a los dos meses de nuestro regreso dí a luz al penúltimo (a los tres años nació la última) Después de cuatro años nos concedieron también la vivienda de al lado que se quedó vacía; con la unión de las dos comenzamos a vivir sin tropezarnos unos con otros. 

 Sentimos mucho tener que dejar aquella casa y aquel entorno sano, de arbolado y tranquilidad,  por exigencias del destino de Julio a Ferrol. Mi sentimiento fue aún mayor cuando, de regreso, a los tres años, nos ubicaron otra vez en Madrid en el domicilio actual, cuyo unico paisaje son  riadas de coches que, tanto de día como de noche, emiten la estruendosa melodía de su rodaje continuo, sólo interrumpido por frecuentes encontronazos de unos con otros, ambulancias, policías y bomberos con su estridente canto de sirenas, por el cual ningun Ulises se encadenaría a ningun mástil, todo lo contrario, taponaría sus oídos con lo que tuviera más a mano en su nave rudimentaria.




Confieso que me encuentro sorprendida al ver el giro que ha tomado esta entrada, en la que sólo iba a dar pie a la foto de un estuche de cerillas.



¡¡No tengo remedio!!


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